Libro de chistes cortos buenos

En la ventanilla de venta de billetes de una estación de ferrocarril, un individuo pregunta: -Por favor, ¿tiene un billete para Villaescusa? El funcionario responde negativamente. Entonces, el individuo se vuelve hacia su compañero y le dice: -Lo siento, Villaescusa, pero tendrás que ir a pie.