La caravana avanza lentamente por las ardientes arenas del desierto. Dos camellos se arrastran uno al lado del otro. Uno de ellos mira furtivamente a su alrededor y dice: -No me importa lo que diga la gente, ¡pero yo tengo sed!
La caravana avanza lentamente por las ardientes arenas del desierto. Dos camellos se arrastran uno al lado del otro. Uno de ellos mira furtivamente a su alrededor y dice: -No me importa lo que diga la gente, ¡pero yo tengo sed!