Una señora lleva veinte minutos esperando su turno en Correos. -¡Perdone, pero es que ya llevo veinte minutos aquí! -dice, indignada. El empleado de correos suspira y le responde: -Señora mía, qué quiere que le diga, yo llevo veinte años...
Una señora lleva veinte minutos esperando su turno en Correos. -¡Perdone, pero es que ya llevo veinte minutos aquí! -dice, indignada. El empleado de correos suspira y le responde: -Señora mía, qué quiere que le diga, yo llevo veinte años...